Las buenas inversiones no se agotan

Cada mañana que bajo a comprar el pan o tomar café con algún amigo, escucho a menudo la misma frase:
“Está todo carísimo en Madrid, ya no hay buenas oportunidades.”

Detrás de esa frase hay dos ideas peligrosas: (1) que apenas quedan buenas operaciones (2) y que, si las hubiera, hemos llegado tarde.

Ambas ideas son falsas. Si hay buenas oportunidades, y si entiendes el juego del real estate, no estás tarde.

Cada mercado guarda su cuota de buenas inversiones

Gary Keller lo resume con precisión: en todo mercado, en todo momento, existe un conjunto de buenas inversiones.
La cuestión no es si existen, sino quién está preparado para reconocerlas y tomarlas.

Las oportunidades aparecen cuando se alinean ciertas condiciones. Algunas son visibles para todo el mundo: *crecimiento del empleo, tipos de interés, asimetría entre oferta y demanda, llegada de nuevas empresas, revitalización de un barrio, inversión pública en transporte y seguridad. *Estas son las grandes fuerzas económicas que hoy empujan a Madrid como polo de talento, turismo y capital internacional.

Pero hay otro grupo de fuerzas, silenciosas, que genera una parte importante de las mejores operaciones.


Las fuerzas personales: donde nacen muchas oportunidades discretas

Más allá de los gráficos y los informes, la ciudad late al ritmo de la vida particular de las personas. Matrimonios que se separan, herencias, cambios de país, familias que crecen, hijos que se van, empresarios que venden su compañía y reordenan su patrimonio.

Cada uno de esos movimientos personales crea una nueva situación inmobiliaria:

  • un piso magnífico que se pone a la venta de manera discreta;

  • una familia que necesita liquidez y está dispuesta a negociar;

  • un propietario mayor que prefiere una transacción tranquila con un comprador serio antes que una venta sobreexpuesta en Instagram y llena de visitas curiosas.

Son procesos íntimos, locales, muchas veces fuera de los anuncios de Idealista y de las redes sociales. Además, son procesos que están ocurriendo continuamente en todos los mercados, incluso en los códigos postales más demandados de la ciudad.

Quien piensa que “todas las buenas inversiones ya están tomadas” suele ignorar este segundo grupo de fuerzas humanas y las oportunidades únicas que generan.


Las noticias hablan del pasado

Mientras los titulares hablan de lo que ya fue—la operación récord, el edificio ya vendido—, las oportunidades de mañana se están gestando hoy en silencio.

Las de ayer, efectivamente, ya tienen dueño. Las de mañana todavía no.

La verdadera diferencia la marcan tres cosas:

  1. Criterio para distinguir unas fotos bonitas de un activo extraordinario.

  2. Sistema y relaciones que te den acceso a operaciones que no llegan al mercado masivo.

  3. Decisión para actuar con convicción cuando la propiedad adecuada aparece.

Las oportunidades no son evidentes, pero existen. Si decides jugar en serio, en lugar de buscarlas exhaustivamente, rodéate de quienes saben dónde mirar.


Cambia la pregunta

En un mercado como Madrid, pensar que todas las buenas inversiones ya están tomadas conduce a la pasividad y a la parálisis. Todo líder de familia sabe que la vida sucede cuando nos atrevemos a tomar decisiones. Con pasividad no se construye riqueza ni se disfruta más de la vida.

“Ya veremos más adelante… no tengo prisa” es una de las frases más caras que existen.

Una perspectiva más útil para un líder de familia es esta:

“Sé que las buenas oportunidades se están creando ahora mismo.
Mi responsabilidad es estar preparado para reconocerlas y capturarlas cuando crucen mi camino.”

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